En la era de la digitalización es tal la saturación que tenemos todos de datos, contenidos, imágenes y, en definitiva, el exceso de información que recibimos diariamente, que se convierte en un reto captar la atención para comunicar y conseguir sensibilizar sobre cualquier tema.
La formación no es ajena a este fenómeno, con el agravante de que todos los cursos no despiertan el mismo interés ni motivan por igual a los distintos colectivos de una empresa, por lo que el formador debe ingeniárselas para hacerlos atractivos compitiendo con la abundancia de estímulos externos.
Dicen los expertos que, si quieres convertir algo en un hábito, debes relacionarlo con algo que realmente te motive y seguir un patrón de conducta repetitivo durante 21 días, para asimilarlo y hacerlo tuyo.
Seguramente algunos contenidos nos motivarán más que otros, pero si encontramos la forma de intentar “disfrutar” de un curso, lograremos asimilar nuevos conceptos con facilidad, cambiar ciertos hábitos e, incluso, divertirnos durante el proceso de aprendizaje.
En FIT hemos creado la Metodología 21+1 como “un viaje formativo de tres semanas”, en el que combinamos sesiones de vídeos cortas, también denominadas píldoras de información, con divertidos juegos colectivos para abordar cualquier temática y sensibilizar sobre la misma, creando, por qué no también, cierta adicción al formato de presentación de los cursos.
Con la Metodología 21+1 no pretendemos sustituir a la formación presencial, pero sí complementarla, preparando a los alumnos con contenidos online que, también, podrán reforzar con un instructor si así se plantea.
Los pilares del “21+1”: flexibilidad y cambio de hábitos
¿En qué nos hemos basado para implementar la “Metodología 21+1”?
Nos hemos basado en tres pilares:
- El primero, motivar al alumno al ofrecerle la posibilidad de aprender de manera flexible, dando prioridad a sus preferencias personales, para que pueda elegir el momento y lugar en el que “consumir la formación”
- El segundo, crear un hábito de estudio, en 21 sesiones cortas, que le facilite el aprendizaje con menos esfuerzo.
- Y el tercero y último, consolidar el proceso de formación introduciendo un juego (+1) en la última sesión, que facilite el repaso y la consolidación de las ideas clave.
Flexibilidad para democratizar y deslocalizar la formación
¿Y cómo lo hacemos? La tecnología nos ayuda y mucho, a democratizar y deslocalizar la formación, dando las mismas posibilidades de acceso a los cursos a todos los colectivos de la empresa: a los que tienen ordenador de sobremesa y a los que no. A los que están en las oficinas centrales y a los que están fuera de la oficina visitando clientes, siempre que dispongan de un dispositivo con acceso a internet. Porque, ¿quién no dispone de un móvil hoy “para todo”?
21 píldoras y cambio de hábitos: ¿qué puede motivar más que organizarnos nosotros mismos el tiempo de nuestra formación personal?
Por otra parte, en FIT nos concentramos en desarrollar buenos contenidos audiovisuales que, administrados en pequeñas dosis, de menos de 5 minutos al día, durante 21 días, permiten asimilar con más facilidad los conocimientos y trabajar, de manera repetitiva, en el cambio de hábitos.
De esta forma se produce una conciliación inmediata entre los intereses de cada uno y la propuesta formativa, agilizando el aprendizaje y convirtiendo en hábitos aquellos valores o conocimientos que la empresa nos quiere transmitir. Porque todo es más fácil si podemos organizarnos nuestro tiempo de formación nosotros mismos.
La formación no tiene por qué ser aburrida ¿Y si te reto?
¿Y si te reto?, ¿por qué no introducir juegos de preguntas sencillas que ayuden a fijar conceptos y que sustituyan a tediosos resúmenes o “sesudos cuestionarios” para fijar los conocimientos, sin presión, evaluando al alumno a través de la obtención de medallas de reconocimiento personal?
Con un divertido juego de preguntas y respuestas, todos los participantes en los cursos, tanto jefes como empleados, pueden retarse entre sí, desde sus teléfonos móviles, para conseguir, además de medallas virtuales, algún premio al finalizar la formación. Porque la formación no tiene por qué ser aburrida.
La adicción se llama Smartmobile
Smartmobile es la suite de aplicaciones de FIT Learning que permite acceder a píldoras de formación, desde cualquier dispositivo: smartphone, tablet u ordenador personal sin necesidad de aprenderse las claves de acceso ni recibir miles de correos con credenciales.
El alumno puede iniciar cualquier sesión de formación sin contraseñas o usando reconocimiento facial, por lo que “ya no hay excusas” para acceder al conocimiento.
Smartmobile crea adicción a la plataforma en sí y a su facilidad de uso, reduciendo considerablemente los costes de la formación, ya que se centra en el usuario y en ofrecerle cursos dinámicos, minimizando la intervención de recursos externos (tutores, dinamizadores, etc.), gracias a una rica experiencia de usuario (UX).